Los seres humanos pueden ser capaces de lo mejor, pero a menudo demuestran su capacidad para lo peor. Tendemos a ser tan egoístas, tan egocéntricos que olvidamos que vivimos a los pies de un gigante llamado «Naturaleza».

Creemos que somos dioses, creemos que podemos ignorar las leyes de la Naturaleza y cambiar el mundo de acuerdo a nuestros deseos e intereses inmediatos. Pero estamos equivocados. Terriblemente equivocados.

Cada vez que es necesario, la Naturaleza nos recuerda su poder. El cambio climático es sólo una muestra de su poder, pero sus consecuencias ya son dramáticas para muchos, y es urgente iniciar un cambio real, cuanto antes mejor.

La Naturaleza puede ser sutil, y mostrar la majestuosidad de su fuerza de una manera pacífica, como en esta foto. Mirarla nos permite percibir su presencia, como un gigante dormido. Pero no la ignores. No intentes engañarla, porque te aplastará en poco tiempo.

Somos huéspedes en este planeta, no los dueños. Y la Naturaleza está aquí para asegurarse de que no lo olvidemos.