Cuando era niño, un payaso era un payaso. El payaso estaba allí para hacer reír a la gente, sobre todo a los niños, pero también a los adultos.

Una vez el mundo fue más simple. Un encuentro con un payaso siempre fue bienvenido, ya que reír es un remedio natural para disminuir las tensiones y las cargas de la vida diaria.
Pero hoy la gente tiene miedo de los payasos. En los Estados Unidos parece que existe un verdadero «pánico de payasos», ya que son percibidos como personas amenazantes que se esconden detrás de las máscaras, dispuestas a actuar con maldad y secuestrar a los niños. Hollywood y algunos escritores famosos no son inocentes aquí, ya que algunos de ellos se han convertido en expertos en la manipulación de la conciencia colectiva.

Pero escribir una novela sobre un monstruo con la cara de un payaso no debería ser suficiente para crear un fenómeno de comportamiento mundial. Entonces, ¿qué pasó aquí?
Hoy el mundo no es tan simple como antes. La gente se esconde y la mayoría de ellos llevan máscaras. Un político rara vez es alguien que lucha por el bien del pueblo. Un artista prefiere ofrecer su propia subjetividad, que el valor arquetípico de la Belleza, el Arte real. Un filósofo es a menudo sólo alguien que ha aprendido la Historia de la Filosofía, no un ejemplo vivo de las ideas que enseña.

El uso de una máscara se ha convertido en una práctica común; natural. Se ha vuelto natural descubrir una realidad muy diferente bajo la máscara. Así que, cuando veas la máscara de un payaso… ¡cuidado! ¿Quién sabe qué se esconde allí, detrás de la máscara?