Pintar es trabajar con colores. Es mezclar los colores, darles una forma, organizar los colores de manera que puedan revelar algunas relaciones sutiles, creando un diálogo visual. La variedad de colores puede parecer infinita, pero hay un elemento que los une a todos, y es la luz.

La luz está presente en todos los colores. La luz es el elemento que nos permite percibir los colores, o permite que los colores emanen.

Alegóricamente, la luz es la conciencia. La infinita variedad de colores se asemeja a la infinita diversidad de la humanidad: cada ser humano es específico, diferente, tiene su propio «color» (y no me refiero sólo al color de la piel), pero un elemento nos une a todos: La luz, o en este caso: la conciencia.

Es importante recordar que a pesar de la aparente diversidad y las separaciones, somos UNO! Una humanidad que vive en el mismo planeta, compartiendo un destino común. Si perdemos la conciencia de nuestra verdadera naturaleza humana, entonces la separación podría prevalecer sobre la unidad, y no seremos capaces de «pintar», de crear, con nuestras vidas.

Es importante no perder la conciencia de la Unidad. Especialmente en estos tiempos de tormentas políticas mundiales.