En los años noventa, «No hay futuro» era el grito de una generación que gritaba en voz alta lo que la generación en el poder parecía incapaz -o no deseada- de ver. No fue realmente un grito de desesperación, fue más bien un llamado a las armas, un llamado a levantarse y luchar.

¿Pero, cambió algo esta llamada? Hoy el futuro está aquí y parece ya desperdiciado….O al menos eso es lo que esta foto, que fue tomada en Johannesburgo, Sudáfrica, parece decirnos.

Pero prefiero hacer otra declaración sobre esta fotografía: desperdiciemos el futuro que nos han traído los políticos actuales, porque este futuro no vale nada. Así que vamos a tirarlo y a construir un nuevo futuro, un futuro real… un mundo nuevo y mejor. Juntos.

Vamos a defenderlo.