Belleville sigue siendo uno de esos barrios de París en los que uno se siente «como en casa», en los que la gente habla entre sí, en los que no se siente solo ni siquiera en medio de una multitud.

Es el corazón del París popular, cantado por Edith Piaf y Charles Trénet. Cerca del cementerio del «Père-Lachaise» donde, al pasear por los callejones, se siente la presencia de la Historia, encontrándose con las tumbas de muchos grandes artistas franceses como Proust, Yves Montand, Balzac, por supuesto Edith Piaf, pero también con algunos extranjeros como Oscar Wilde, Chopin, Max Ernst o Jim Morrison…..

Hoy no estoy seguro de que una persona que camina por Belleville se encuentre con «Gavroche», el famoso personaje de «Los Miserables», de Victor Hugo. Seguramente se encontraría con uno de los muchos nuevos habitantes de Belleville, inmigrantes de África, Oriente Medio o Asia. Belleville se ha convertido en un lugar de universalidad, pero siento que allí, en este barrio, la tolerancia y el diálogo son más fuertes que el miedo y la separación.

La gente aprende a vivir junta, y han demostrado ser capaces de hacerlo a lo largo de la historia, al menos en algunos lugares preservados como Belleville…. las muchas tumbas del Padre-Lachaise están aquí para recordarnos que en la muerte, podemos descansar tranquilamente todos juntos, uno al lado del otro. Demostremos que no necesitamos esperar a la muerte para lograr este objetivo.